sábado, 26 de junio de 2010

Panteón Nacional de Venezuela


Pantéon Nacional de Venezuela y Parque Miranda, 1926

Panteón Nacional de Venezuela, 1953

Panteón Nacional de Venezuela
1953

El 27 de marzo de 1874, el presidente Antonio Guzmán Blanco decretó la transformación de la iglesia de la Santísima Trinidad de Caracas en Panteón Nacional, para conservar los restos de los Próceres de la Independencia y los de personas eminentes «... según la designación de la Cámara del Senado a propuesta del Presidente de la República ... » La vieja iglesia había sido construida por Juan Domingo del Sacramento Infante a mediados del siglo XVIII. El terremoto de 1812 la destruyó casi totalmente. Su lenta reconstrucción continuó bajo la dirección de varios ingenieros y al declararla convertida en Panteón Nacional, no estaba terminada aún.

La escogencia de este templo para tan particular destino era motivada, tanto por su posición panorámica y separada entonces del núcleo urbano de Caracas, como por sus antecedentes históricos: a su regreso desde Santa Marta, en 1842, los restos del Libertador Simón Bolívar habían sido depositados temporalmente en esa iglesia. En ella también fueron sepultados, en 1851, los restos del marqués del Toro y más tarde, los de José Gregorio Monagas, Andrés Ibarra y Ezequiel Zamora. El decreto de Guzmán Blanco fue acompañado por la orden de la terminación de sus fachadas en base al proyecto que para la iglesia hizo el ingeniero José Gregorio Solano en los años 1853-1858. Fue este el primer diseño de arquitectura neogótica en Venezuela. consistía en una fachada simétrica de 3 puertas y 2 torres angulares que terminaban en agujas. Los trabajos fueron conducidos, sucesivamente, por los ingenieros Julián Churión, Juan Hurtado Manrique, Tomás Soriano y Roberto García, inaugurándose la obra el 28 de Octubre de 1875. Sin embargo, la verdadera consagración del edificio se cumplió el mismo día de San Simón un año más tarde (28-10-1876), cuando se trasladaron desde la catedral los restos del Libertador. Estos fueron colocados en un sarcófago de madera con revestimientos de plata y oro, realizado en estilo neogótico por el arista francés Emile Jacquin. Se trasladó asimismo desde la catedral la estatua del Libertador hecha en 1842 por el escultor italiano Pietro Tenerani. El sarcófago y la estatua fueron ubicados en el espacio que correspondía al presbiterio de la iglesia, es decir, en el lugar del altar. En el techo, fue colgada una araña de cristal de Bacarat de 230 luces. En 1910, el gobierno de Juan Vicente Gómez procedió a la reforma general del edificio, según, el proyecto del arquitecto Alejandro Chataing. Se introdujeron algunos cambios en la fachada, haciéndola aparecer más maciza y se modificó la decoración interior, colocando un cielo-raso al techo de la nave principal y artesonados de madera en las laterales.
El piso fue pavimentado con losas de mármol blanco, gris y negro. Estos trabajos fueron terminados en julio de 1911, en ocasión de la celebración del centenario de la Independencia.
Otra reforma del Panteón fue ordenada con un decreto del gobierno gomecista en 1929, conforme al proyecto del arquitecto Manuel Mujica Millán. Este consistía en el cambio radical de las fachadas a un diseño neocolonial o neobarroco, agregando en el frente la tercera torre central de 48 m de altura y reemplazando las laterales por otras, construidas todas de concreto armado. También se añadió un nuevo pórtico con una sola entrada. Se aumentó la altura de las fachadas laterales, abriendo las ventanas en correspondencia de las capillas internas. Fue también ampliada y hecha más monumental la escalinata de acceso. Estos trabajos, que corresponden al aspecto actual del edificio, fueron realizados durante el año 1930 bajo la dirección de Mujica y de los ingenieros Edgar Pardo Stolk, Hernán Ayala y Guillermo A. Salas. Internamente, fueron realizadas correcciones en los arcos y las columnas. El antiguo sarcófago de madera que contenía los restos del Libertador fue sustituido por uno de bronce, diseñado por el escultor español Chicharro Gamo y colocado sobre un basamento de mármol. El anterior pavimento de mármol fue reemplazado por uno nuevo; se renovó el maderamen de los techos. La parte superior de las naves y los tímpanos de los arcos fueron cubiertos por las pinturas de temas alegóricos e históricos de Tito Salas. En el interior del Panteón, de ambos lados del ambiente principal que contiene el sarcófago y el monumento del Libertador, se encuentran nichos con las estatuas de Francisco de Miranda y Antonio José de Sucre, respectivamente. En otros nichos, dispuestos a lo largo de las paredes longitudinales, hay monumentos dedicados a la Primera República, a José Gregorio Monagas, a la Federación, a Andrés Bello, a José Antonio Páez, a la Declaración de la República de Venezuela, a Rafael Urdaneta y a José María Vargas. Bajo el pavimento, en las 2 naves laterales están colocados los restos de los próceres y hombres ilustres de Venezuela, señalados con lápidas. En 1963 el gobierno dictó una nueva reglamentación del Panteón, estableciendo que éste debe estar abierto al público todos los días del año. Al mismo tiempo, las modalidades de sepultura y los procedimientos administrativos corren ahora a cargo del Ministerio de Relaciones Interiores. En 1980 fueron iniciados los trabajos urbanísticos de remodelación de los entornos del Panteón, conforme al estudio del arquitecto Tomás Sanabria. L.Z."

Bibliografía:

Diccionario de historia de Venezuela. -- Caracas : Fundación Polar, 1997. -- V. 3, p. 488-489.





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