El hombre de bien y de valor debe ser indiferente a los choques de la mala suerte.
¿Qué importa tener o no tener cosas superfluas?
Sobre mi corazón no manda nadie más que mi conciencia.
El valor, la habilidad y la constancia corrigen la mala fortuna.
Mi honor es preferible a todo.
Me vería como un hombre indigno, si fuera capaz de asegurar lo que no estoy cierto de cumplir.
Yo soy siempre fiel al sistema liberal y justo que proclamó mi patria.
Y tú, padre, que exhalas suspiros al perder el objeto más tierno, interrumpe tu llanto, y recuerda, que el amor a la patria es primero.
Caracas no sólo ha convidado, sino que desea ver entrar por sus puertos a todos los hombres útiles que vengan a buscar un asilo entre nosotros, y a ayudarnos con su industria y sus conocimientos, sin inquirir cuál sea la parte del mundo que les haya dado vida
Libertador de Venezuela: título más glorioso y satisfactorio para mí que el cetro de todos los imperios de la tierra.
La ley del deber, más poderosa para mí que los sentimientos del corazón.
me parece muy buena para los estudios
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